De los cuatro de Messi al de Morales

La cosa empezó mal para el Madrid con esos cuatro goles de Messi que colocaban al Barça al frente de la tabla histórica del gol en Liga, encabezada por los blancos desde 1963, y acabó peor con derrota inesperada en Orriols que supone cambio de líder. Ahora el Barça está dos puntos por delante, en vísperas del Clásico. La Felizidane se empieza a convertir en dudas, nacidas todas de la falta de gol. Para panorama más sombrío, antes del Clásico llega el partido del City, que el aficionado ve acercarse como una nube negra. Y Hazard, que parecía llegar a tiempo para este tramo decisivo de la temporada, se retiró cojeando tras un partido discreto.

Y eso que el Madrid salió muy bien al campo, jugando con disposición, acierto y buenas combinaciones por la izquierda del trío Marcelo-Hazard-Benzema. Atacaba de forma fluida al Levante, el equipo que más ocasiones concede, el que tiene el portero con más paradas del campeonato. En la primera parte le tocó hacer varias, pero fáciles. El Madrid remató bastante, entre los tres palos y fuera, pero mal. Así se fue deslizando el partido hacia el descanso, mientras el Levante poco a poco crecía y se sacudía el dominio. Y más en la segunda parte, cuando el hasta ayer líder se desorganizó y el Levante cogió la sartén por el mango.

Y soltó el sartenazo, por la zurda del comandante Morales, que pilló a la defensa descolocada y a Courtois meditando sobre la fugacidad de la vida. El Madrid, que tantas veces ha resuelto partidos sin juego pero por pegada, no está ya para eso. El estado de gracia de Benzema se ha apagado, Hazard es el Séptimo de Caballería que aún no llega, Bale desertó hace tiempo, Jovic va de zombi, a Rodrygo lo han mandado en socorro de Raúl, Mariano no cuenta y Vinicius lo hace todo bien menos el gol. Gran victoria para el Levante, que se pone definitivamente cómodo a costa de un Madrid que cae en melancolía.