Yulimar devuelve la magia a Madrid

Hubo un tiempo en el que Madrid estaba acostumbrado a encabezar los grandes titulares de atletismo por los récords del mundo que se sucedían en sus pistas, en el Palacio de Deportes y en Vallehermoso, bajo techo y al aire libre. Aquí batieron marcas universales Nelli Cooman, Leroy Burrell, Merlene Ottey, Andre Cason, Irina Privalova, Maurice Greene, Yelena Isinbayeva... Cuando se repasa la lista, uno se pregunta cómo pudo desaparecer este deporte de la capital, y cómo tardó tanto tiempo en regresar. Gallur, en el barrio de Los Cármenes, en el distrito Latina, rescató la tradición en 2016, con una reunión internacional que este viernes volvió a brindar una tarde mágica con el récord mundial indoor de Yulimar Rojas en triple salto: 15,43 metros. Otro nombre para la historia.

Armand Duplantis, el nuevo fenómeno de la pértiga, no compitió en este cierre del World Indoor Tour, maneja otra hoja de ruta que le llevará este domingo a la ciudad de Renaud Lavillenie, pero nadie le echó en falta. El récord mundial llegó en Madrid de una atleta más cercana, más familiar, de esa venezolana de 24 años y 192 centímetros que entrena con Iván Pedroso en Guadalajara. El cubano brilla como técnico tanto como lo hizo cuando era saltador, que ya es decir. Suyos son los dos récords actuales bajo techo, el masculino de Teddy Tamgho y el femenino de Yulimar. La venezolana ya compitió en Gallur hace cuatro años, en aquel renacimiento del atletismo madrileño. Entonces era una prometedora atleta. Ahora luce como una gran estrella, con vibrantes duelos con Caterine Ibargüen que han encandilado a Sudamérica, con cuatro títulos mundiales y con el oro olímpico de Tokio en la mirilla. Yuli y Madrid se aman. “Aquí siento buena vibra”, dice con gracejo caribeño la plusmarquista, que ha devuelto una magia a la capital que nunca tenía que haberse perdido.