El Getafe pisa fuerte también en Europa

El 2-0 es el resultado con el que todo el mundo sueña cerrar el partido de ida en estas eliminatorias, y es justo ese el que consiguió el Getafe, que viajará a Ámsterdam con buen respaldo. Y si el martes se dio el raro suceso de que el Liverpool no llegase a disparar entre los tres palos en el Metropolitano, ayer le ocurrió lo mismo al Ajax en el Coliseum. El Getafe está de moda. Bordalás no gasta mucho en palabras, pero pone sobre el campo un equipo bien trabajado y capaz de mantener pelea en dos frentes importantes. Al tiempo que en LaLiga busca la clasificación para la Champions, se postula como aspirante a la Europa League.

Había dudas sobre si rotaría priorizando LaLiga. La Europa League no es como la Champions, es de jueves a jueves, así que podía pensarse que Bordalás reservara elementos, para no obligar a los mejores a cuatro partidos en once días. Pero ya se vio que no. Ante el Ajax salieron casi los mismos que agobiaron al Barça en el Camp Nou y dejaron en el marcador ese 2-0 que garantiza el pase el 83% de veces. El primer gol fue una fenomenal jugada de laboratorio, que burló las maniobras de adelantamiento de la defensa holandesa en una falta cerca del área. El segundo, una llegada rápida sobre la bocina, cuando mejor sientan los goles.

Fue la gran noticia de la noche, un sobresaliente que nos llega acompañado del aprobado alto del Sevilla en Cluj, donde es cierto que no se lució mucho. Pero el 1-1 es bueno porque, acudo de nuevo a la estadística, da el pase el 73% de veces. Sobre el Espanyol no hagamos cuentas. Se derrumbó en el viejo Molineux, un estadio con leyenda donde los feroces Wolves le sacudieron de lo lindo. En algún momento dio la cara, pero acabó aturdido, deseando que acabara la pesadilla. Una derrota de las que dejan malestares, a la que no se puede buscar más consuelo que el de que habrá más descanso para luchar por la salvación... Triste temporada.