Karim debería ser un Tigre de Bengala

Hace un par de años, esta columna de opinión destilaría un poso crítico hacia Karim. ¡Un solo gol en los últimos ocho partidos de Liga! Seguramente habría puesto en el grito en el cielo y le habría reprochado esa sequía en el futbolista que luce el dorsal número '9' del Real Madrid, ese que anteriormente engrandecieron con su cuenta goleadora Santillana, Hugo Sánchez o Zamorano. Un delantero centro del Madrid está casi obligado a facturar por encima de lo normal. Van Nistelrooy, aunque llevase el '17', ha sido el último nueve puro y con un perfil killer implacable que ha disfrutado el Bernabéu.

Lo bueno de Benzema es que suple sus lagunas ante la portería rival (nunca fue un ariete letal en el área sino más bien un bailarín que juega de 10 aunque lleve el ‘9’) con un sentido del juego colectivo que hace necesaria su presencia en el once. Karim ofrece muchas cosas al juego de ataque, más allá de la cuenta goleadora final.

Eso no quita para que le pidamos al francés un poco más de acierto a la hora de la verdad. Empezó muy bien la temporada y con sus goles ha ayudado a la tropa de Zidane a sostenerse en los malos momentos. Y su último gol fue de oro, porque nos dio los tres puntos en el derbi ante el Atleti. Pero en los empates ante Betis, Athletic de Bilbao y Celta no vio puerta y eso hizo que volaran seis puntos del Bernabéu. A Karim, que juega al fútbol con la elegancia de los cisnes, hay que pedirle que cuando entre el área se convierta en un Tigre de Bengala despiadado...