El Atalanta es el más atrevido de los equipos italianos

Atacar con muchos y presionar sin complejos. El éxito del Atalanta, que por segunda temporada consecutiva llega al tramo final de la Serie A instalado en una posición que da acceso a la próxima Champions, se basa en el atrevimiento innegociable de su técnico, Gian Piero Gasperini. Su apuesta por la presión alta, realizada con marcas al hombre y persecuciones por todo el campo, lleva a los rivales a la extenuación. Pero es que con balón es igual de ambicioso: incorpora al ataque a los dos carrileros a la vez y sólo deja lejos del área rival a los tres centrales y a uno de los dos medio centros. No es de extrañar que sus partidos, a menudo, se conviertan en intercambios de golpes permanentes y en carruseles de oportunidades en las dos porterías. Es uno de los equipos de Europa que más goles marca y lo ha logrado gracias a su insistencia y a su aproximación al juego desde una perspectiva netamente ofensiva.

Zapata finaliza; Papu e Ilicic inventan. El esquema más habitual del Atalanta es el 3-4-1-2. El argentino Papu Gómez es el futbolista más distinguido de la plantilla. Actúa en la mediapunta con mucha libertad y, pese a su diminuta estatura, es muy difícil de detener cuando arranca en conducción. Posee un gran golpeo y asiste con inteligencia. Más potente físicamente es el esloveno Ilicic, el segundo delantero, un zurdo con apariencia de indolente pero capaz de bombardear con precisión y contundencia con su magnífico disparo desde media distancia. Por delante de ellos, fijo entre los centrales rivales, actúa Duván Zapata. El colombiano no está pudiendo reproducir sus fantásticos números del año pasado al haberse perdido una parte importante del curso por lesión, pero es un rematador de cabeza formidable que aprovecha a la perfección los envíos desde los costados que le proporcionan los carrileros Gosens y Castagne.

Centrales expuestos. Gasperini elige a los centrales en función de su capacidad para ganar duelos individuales. Todos responden al mismo perfil: son agresivos, van bien por arriba y están preparados para jugar a campo abierto. El brasileño Toloi, el argentino Palomino y el albanés Djimsiti se postulan como titulares. Su problema principal es que a menudo tienen que abarcar mucho espacio, ya que si el rival roba la pelota rápido cuando Gosens y Castagne se encuentran en campo contrario es sencillo cogerles con los carriles desprotegidos.

El crecimiento de Pasalic. El croata Mario Pasalic ha evolucionado mucho desde que estuvo en España jugando con el Elche en Primera. Sigue perteneciendo al Chelsea, aunque el Atalanta va a ejercer la opción de compra y lo va a contratar el próximo verano. Se lo ha ganado a pulso, aportando también en el aspecto goleador. El sábado marcó el golazo que derrotó a la Roma en el duelo clave por la cuarta plaza (2-1). En el reparto de roles de los dos medio centros, Pasalic se suelta más y llega al área rival, mientras que el neerlandés De Roon se queda para equilibrar defensivamente al equipo, al igual que hace en su selección cuando protege a Frenkie De Jong.