La sonrisa de Óscar es el espejo de un nuevo Celta

Apenas le conozco y no sé si su rostro serio es algo inherente a él, pero lo cierto es que apenas he visto sonreír a Óscar desde su llegada a Vigo. Para ser justos, tampoco ha tenido muchos motivos, pero en el último mes se está viendo su mano, con un Celta ordenado en defensa (la llegada de Murillo ha sido vital) y un ataque con libertad para inventar. Ver conectar a Rafinha y Aspas es una delicia.

Pese a la delicada situación, Óscar consiguió convencer a sus jugadores de que su plan era el bueno. Fue criticado por algunos por hacer un cambio ofensivo en Mestalla cuando iba empatando y ayer repitió la fórmula en el Bernabéu. Con 1-1 en el marcador, metió a Sisto por Kevin. Los que le tildan de loco no saben que es un genio. Tiene al Celta en el camino de la salvación, con un fútbol de kilates. Y aún por encima, ya sonríe. Óscar ha resucitado al Celta.