Las Hidroguerreras marcan el camino

Hay un pique cariñoso entre la Federación Española de Natación, que preside Fernando Carpena, y la de Balonmano, que encabeza Paco Blázquez, por el origen de la denominación de Guerreras para sus selecciones femeninas. Las de waterpolo sostienen que ellas fueron las primeras que hicieron honor a ese apodo, que el balonmano llegó después, pero supo imponer el belicoso sobrenombre. En alguna ocasión hemos escuchado también el alias de Hidroguerreras, para marcar las distancias. La puja no pasa de una cuestión anecdótica, pero confirma la coincidencia en el tiempo de dos selecciones muy competitivas desde que se subieron a su primer podio internacional, ambas en 2008. El mes pasado fueron las Guerreras del balonmano quienes, contra pronóstico, se colgaron la plata en un Mundial que acariciaron a falta de siete segundos. Y ahora son las Guerreras acuáticas quienes van a jugar también otra final, en este caso europea, después de doblegar a la anfitriona Hungría en su casa de Budapest, allá donde España ya se bañó en oro en 2014.

El equipo femenino de waterpolo ha formado un grupo solvente con Miki Oca al volante, que lleva encadenando medallas en cuatro campeonatos consecutivos: la plata del Mundial 2017, el bronce del Europeo 2018, la plata del Mundial 2019, y la actual, cuyo color sabremos mañana tras el duelo por el título frente a Rusia. En verano asoman también los Juegos Olímpicos, donde ya tienen plaza fija para continuar la racha. Esta selección española era la primera de las tres que esta semana iban a disputar una semifinal europea. Este viernes habrá doble desafío con las masculinas de waterpolo, que se medirá a Croacia, y de balonmano, que hará lo propio ante Eslovenia. Turno para ellos. Las Guerreras del agua, las Hidroguerreras, ya les han mostrado el camino a las finales.