Unionistas, orgullo de Salamanca

Unionistas se creó para homenajear a la extinta Unión Deportiva Salamanca. Sus aficionados cantan con el dolor de haber perdido a su equipo pero siempre con la intención de no cometer los mismos errores. Un club en el que el aficionado vale más que el futbolista. Y este miércoles se hizo mayor a los ojos de todo el mundo. Desde el inicio sufrió las limitaciones del estadio municipal en el que juegan y defendieron sus valores por encima de cualquier precio. Y no era fácil. Por delante una taquilla enorme para salvar varios años de presupuesto. Pero no es ese el fin de Unionistas. Nacieron en el barro y ese aprendizaje les sirvió para priorizar otras cosas. Puro fútbol.

Unionistas es el empuje de su afición y esa comunión grada-campo. Pero también es la revolución de Álvaro Romero, que es capaz de robar un balón, caracolear en la frontal del área y superar de un zurdazo a Areola; Unionistas es la serenidad de José Ángel en el centro del campo (último capitán de la UDS); el esfuerzo de Piojo; o la ilusión de Carlos de la Nava. Unionistas se hizo mayor a ojos de todo el mundo. Ahora tiene un largo camino por delante para lograr la salvación en Segunda B. Pero el subidón de fe que le ha otorgado la Copa del Rey le durará varios meses. El estandarte del fútbol popular seguirá dando guerra.