En la carrera tuve un profesor de econometría algo excéntrico. Lo mismo se presentaba un día en clase con una peluca de Mozart que te dejaba hacer su examen con los apuntes delante. Creo que fue el mejor profesor que tuve nunca. Un día recomendó en clase un libro: "El cisne negro", de Taleb, otro tipo excéntrico y controvertido, pero siempre interesante. Según esta teoría, un 'cisne negro' es todo evento altamente improbable que tiene un impacto imprevisible. La I Guerra Mundial, la aparición de Facebook, el 11-S, el invento del champán o Rosalía podrían ser considerados cisnes negros: sucesos que nadie esperaba y que cambian el paradigma a su alrededor. El origen de este nombre se debe a que todo el mundo en Occidente creía que los cisnes eran blancos hasta que en Australia, que parece siempre un laboratorio de prototipos fallidos de criaturas misteriosas, descubrieron cisnes negros. Cuando lo improbable ocurre, nuestras certezas se tambalean.

Otra de las características esenciales de un 'cisne negro' es que, a posteriori, todo el mundo parece capaz de explicar su aparición. Por eso siempre habrá un charlatán que te diga que el 11-S se veía venir, que en la universidad ya pensó en un Facebook primitivo, pero se le adelantó Zuckerberg, o que ya conocían a Rosalía desde su primera maqueta.

Casemiro es el cisne negro del Real Madrid. Llegó de puntillas un invierno para jugar en el Castilla. No le hicimos demasiado caso. Muchos se rieron de lo rústico de su nombre y le hicieron de menos por debutar bajo el ala de Mourinho (¡Otro que habla portugués! ¡Seguro que es de Mendes!). Se fue cedido al Oporto y volvió a casa sin que nadie matara al mejor ternero para celebrarlo. Y ahora todos se dan golpes en el pecho por haber creído en él antes que nadie (¡yo ya vi que valía en aquella eliminatoria contra el Dortmund!).

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El Madrid quiere hacer de esto la norma, un "zidanes y pavones 2.0", apostando por talentos jóvenes como Reinier, Vinicius, Rodrygo, Kubo u Odegaard, esperando que rompan en cisnes negros volando junto a los kroos, modrics y benzemas. Dar un paso atrás para avanzar dos. Como con Casemiro, como con Varane, como con Asensio, como con Marcelo. Nadie hubiera dicho que de aquellos tres chicos que vinieron a la vez en invierno de 2006, Gago, Higuaín y Marcelo, el más exitoso terminaría siendo el más barato y desconocido de la terna. Por supuesto no todos estos jóvenes triunfarán en el club, pero no puedes hacer una tortilla sin romper huevos. ¿El último cisne negro blanco? Fede Valverde. No le llaman 'Pajarito' por casualidad.