El regalo de Banega a Casemiro y la buena nueva de Jovic

La tradición de ganar empuja al Madrid de Zidane hasta en las tardes menos lúcidas. Frente a un Sevilla superior en muchos tramos del partido esquivó un compromiso de alto voltaje con Casemiro al rescate. Al Madrid se le pueden poner muchos peros, sigue lejos de ser un equipo continuo y fluido, pero la raíz competitiva de su fútbol salvaguarda su candidatura a lo máximo. Lopetegui hizo todo para ver un Sevilla equilibrado y más que digno, con una presión alta en 1-4-4-2 bien trabajada y el talento para administrar la posesión con sentido. Fernando y Gudelj se lanzaron sobre Kroos y Modric, desconectados de la salida —59 y 62 pases buenos, respectivamente, por debajo de sus medias, y el conjunto de Zidane se ofuscó ante ese panorama. Sin vuelo en ataque, bajo la sorprendente titularidad compartida de Lucas y Rodrygo con el objetivo del primero de disponer a Jovic en el área y del segundo de desafiar a Navas, el Madrid se dio contra un hueso hasta que se prestó Casemiro como figura del cambio.

El metraje del encuentro se desniveló en su duelo particular con Banega. El brasileño se soltó hacia arriba sin que el argentino le siguiera y lo hiciera siempre tarde. Las apariciones episódicas de Casemiro plegaron al Sevilla. Koundé y Diego Carlos no cerraron sus llegadas y los de Lopetegui capitularon. Al oleaje del buen optimismo que envuelve al Madrid se sumó Jovic. Los brotes verdes del día del Atlético han apuntalado su confianza y su sincronía con el resto del equipo. Lejos de zona de remate, un marco que no le sienta bien normalmente, dio aire al Madrid con sus apoyos entre líneas todo el primer tiempo. También se sacudió su mal fario en las proximidades del área con una asistencia estupenda a Casemiro en el primer gol. El Madrid necesita de la integración del delantero serbio para aumentar su amenaza ofensiva. La victoria también tuvo un efecto curativo para Jovic.

Casemiro y Banega

Vinicius se asocia con Casemiro, que rompe por dentro sin que Banega reaccione. El sevillista no acompaña su movimiento. Es el inicio del segundo gol del Madrid.