Setién y Barcelona, un vínculo lógico

La pauta. Valedor de una filosofía por encima de cualquier condicionante táctico, Setién ha utilizado mayoritariamente el 1-4-3-3, aunque en el Betis también actuó con el 1-4-2-3-1 o el sistema de tres centrales y carrileros. Su manera de entender las cuatro fases del juego clarifica la propuesta.

Ataque organizado. Su pretensión se asienta en que sus equipos sean capaces de progresar con el balón controlado desde atrás. Setién usa la salida lavolpiana o estructuras similares que incluyen a tres futbolistas en la iniciación. Con dos centrales, el medio centro (Busquets) baja a recibir y los laterales ganan altura. Otro mecanismo que empleó en el Betis consistía en que uno de los interiores se abriera en el espacio entre central y lateral. El escalonamiento de los medios y la formación de triángulos para la aparición del tercer hombre es otra característica. Explotará la distracción interior de Messi y Griezmann para buscar a los laterales en el lado débil. Los apoyos de los hombres adelantados permiten también las rupturas de los interiores.

Transición defensa-ataque. El cántabro ya demostró conocer los códigos del contraataque en el Betis. Se apoya mucho en la figura del delantero para lanzar la transición, que se intercala por dentro para descargar o prolongar. La sola presencia de Leo Messi resulta suficiente para que el Barça siga siendo letal.

Transición ataque-defensa. El drama de la Supercopa apuntó directamente al mal del repliegue del Barcelona tras pérdida y los equipos de Setién también padecen este problema. Aboga por la presión tras pérdida para recuperar el balón de forma instantánea. Al cántabro le agrada tener un ataque compacto para saltar al momento y fijar las vigilancias. La duda es si conseguirá integrar a Messi para apretar con once.

Defensa organizada. La presión vuelve a ser el concepto dominante en el libreto de Setién con el bloque alto que también diferencia al Barcelona. Cada jugador se empareja con un rival con el propósito de cerrar los pases interiores y forzarle a intentar escapar por fuera. Ahí el bloque bascula con intención clara de robo. Si el escenario le mueve a hacer un repliegue medio, apuesta por una defensa mixta, más posicional aunque siempre activa. Se da la circunstancia de que el Barça se ha protegido mejor este curso cuando se ha visto acogotado atrás. Un pequeño alivio para Setién ante este reto extraordinario.