Vuelve el debate sobre selecciones

El punto undécimo de los acuerdos entre el PSOE y el PNV dice escuetamente que el Gobierno inminente se compromete a: “Abrir cauces para promover la representación internacional de Euskadi en el ámbito deportivo y cultural”. Así que imagino que nos espera otro periodo de discusiones sobre una cuestión que en su día excitó a tirios y troyanos por su valor simbólico. Parecía que esas discusiones se habían trasladado a otros terrenos, pero resurgen ahora que se había esfumado la moda de los partidos de selecciones autonómicas. En los acuerdos con ERC aún no hay nada de eso, pero supongo que aparecerá.

Para mí, este debate siempre tuvo algo de forzado. Ni el COI ni la FIFA van a admitir así como así la dispersión. Ambas consideran afiliables a países reconocidos por la ONU. Se habla con frecuencia de la excepción en fútbol, que admite cuatro selecciones británicas. Pero es que esas cuatro federaciones ya existían y jugaban entre sí antes de que hubiera FIFA. Y se respetó eso, como no podía ser de otra manera. Lo mismo pasó en el rugby. A ‘sensu contrario’, a los JJOO el Reino Unido acude, en todos los deportes, como tal. El movimiento olímpico nació en Francia a un tiempo para todos y no consideró esa excepción ni tenía por qué.

Se puede hablar de las Islas Feroe y su relación con Dinamarca, que permitió su selección en 1989, pero es que las Islas Feroe tienen liga de fútbol propia desde 1942. No es el caso del País Vasco ni de Catalunya, pero el debate sobre el tema, que en su día nos agitó mucho, parece que vuelve; si no, no lo hubiera metido en ese pacto el PNV. Por otra parte, hay deportes de fuerte implantación en territorios concretos (pelota, traineras, hockey sobre patines...) y deportes nuevos cuyas federaciones internacionales querrán tener cuantos más afiliados, mejor. Más madera. Se avecinan largas y pesadas discusiones sobre esto.