Europa se une al desconsuelo

Estreno. Ante los ojos de Chen, el Espanyol puso fin a una racha de 26 partidos seguidos sin perder en Europa. Y lo hizo de manera torpe, en un partido tan aburrido como una espera en la consulta del dentista que de nuevo evidenció el desconsuelo que viven los jugadores de Machín, que demuestran su incomodidad. El sistema del técnico soriano llegó para ser el remedio a todos los males y así lo pareció, pero ahora se ha tornado en parte del problema. Ni siquiera Europa dio esta vez aire fresco.

Pañolada. Solo el amor incondicional explica que el aficionado del Espanyol no apagase el televisor o decidiese desafiar el frío del RCDE Stadium. Un encuentro intrascendente y un juego estéril, sin jugadores que se reinvindicasen ni instantáneas. Solo un pie y una mano de Andrés Prieto (debutante esta noche y quien llevaba sin jugador desde mayo de 2018) se salvan de un partido que evidenció de nuevo las quejas de la afición, que empezó a silbar a Ferreyra por sus pérdidas de balón y acabó con una tímida pañolada con los pocos que siguieron. Un partido para borrar de la mente cuanto antes.

Papá Noel. Ni con Ferreyra, ni Campuzano, ni Calleri ni siquiera Wu Lei, quien tuvo la ocasión más clara, el Espanyol goleó. Los problemas que tienen los de Machín para generar ocasiones son evidentes, y el CSKA ganó al Espanyol en los goles y en los golpes. Con Papá Noel entre los diez mil asistentes, bien harían los dirigentes en echar mano de esa magia para reforzar el equipo. Ahora mismo la salvación se antoja más una cuestión de sueños infantiles que de realidades.

Plantilla. Sin justificaciones posibles, es cierto que el Espanyol reunió a Naldo, Javi López y Ferreyra, que regresaban de lesiones. Incluso fue la primera titularidad de Piatti tras siete meses de baja. Pero llama la atención que Pipa esté por delante de Corchia o que Iturraspe no dé un paso adelante. Europa no animó al Espanyol antes de la final contra el Betis. Un hipnotizador le ha robado la suerte al Espanyol.