Falta gol y sobre todo líderes

Al Atleti le falta gol, mucho. Una falta terrible que ya ha entrado en las hemerotecas: nunca tuvo tan poco. Nunca, en 116 años de historia. Pero no es sólo eso. Porque al Atlético le faltan, sobre todo, líderes. Gabis, Godines, Tiagos, Raules Garcías. Que Koke y Saúl lo son. Los jugadores, como Oblak y Giménez, que continúen el legado. Quizá por eso Simeone no planea un partido sin ellos. Que juegan donde sea por ayudar, aunque no sean sus sitios, son escudo, compromiso, entrega. Pero en las paredes del vestuario se escucha esa frase. "Cómo se echa de menos a Gabi". Porque allá donde no llegara el Cholo lo hacía el eterno capitán. Tiago también era así. Un futbolista franquicia, capaz de ganarte los partidos con un grito en el césped. Y qué decir de Raúl García, de Godín, Juanfran, Filipe. El "a morir los míos mueren" hecho jugadores.

Ya ninguno está. Filipe fue el último de su primer once, La Rosaleda, 2012. El Atlético vivía entonces temporadas de inviernos constantes. Lo habitual era jugarse la Intertoto, no la Champions. Algo que cambió para siempre el entrenador. Antes de él hacía mucho frío. Parecen haberse instalado últimamente dos corrientes en el Metropolitano. Los hay, por un lado, que recuerdan esto, los años difíciles, y cómo el Cholo cambió esa historia de grises abriéndole el museo a siete títulos y su partido a partido. Los hay, por otro, que ven en la falta de gol, el estilo y el unocerismo los síntomas de un proyecto agotado. Pero ya lo decía Torres: " Lo importante es levantarse, siempre que uno se cae se tiene que levantar". Y eso es el Atleti. Ya tiene al entrenador para hacerlo, espantar los grises, la falta de gol. Simeone. El Simeone más cercano a sus jugadores, que cale. Y con un Gabi en su plantilla.