De Messi, Luis Suárez y Joaquín

Messi celebró su sexto Balón de Oro con otro hat-trick ante la entregada parroquia culé que a estas alturas no es noticia, porque sólo en LaLiga ya tiene 35, 53 contando las demás competiciones oficiales. El de Joaquín, que ametralló al Athletic en 20 minutos, es el primero en su carrera. “Nunca fui goleador”, dijo después. Frente a esos 53, uno solo parece cosa insignificante, son muchos los jugadores que alguna vez lo consiguen. Pero él lo ha logrado cumplidos los 38 años, mayor incluso que Di Stéfano cuando marcó el último de los suyos, de los que nos faltaría Colombia para tener el cuenteo preciso. Un récord del que presumir.

Me encanta Joaquín como futbolista y como personaje. Estuvo el otro día en la Gala de AS y desparramó regocijo por donde pasó. Da una gran imagen del fútbol y es una sorpresa feliz tenerle todavía así, en tan buena forma, disfrutando el juego y tirando para arriba de ese Betis al que, ya ausente Lopera, se le vuelve a mirar en toda España con la mayor simpatía, como había sido siempre. La directiva desempolvó ayer el ‘Viva el Betis Manquepierda’ para instalarlo en el Fondo Sur, proclama que atrajo desde siempre miradas de cariño hacia el club de las trece barras. Y el estreno no pudo ser mejor, con ese hat-trick de Joaquín.

Messi aparte, él y Luis Suárez fueron los hombres de la jornada. El uruguayo marcó con un prodigio de taconazo. “Es un gol de otro tiempo”, me tuiteó Juan Cruz. Pensé que es un gol de ningún tiempo. Goles de tacón se han visto de siempre, algunos muy elegantes, pero uno con ese golpe hacia abajo, un ‘massé’ de virtuoso del billar del que la pelota salió con vida propia burlando al portero, no se había visto, que yo sepa. Bienvenidos sean estos gratos avatares en LaLiga, que compensan las chapuzas que nos siguen haciendo con el VAR, que nos ha vuelto a colar un penalti fuera del área, esta vez en Valencia, con imagen trufada incluida.