Ya no valen las excusas. Tras el empate ante el Villarreal y después de los 450 partidos que lleva Simeone en el Atlético, se está viviendo la peor etapa de toda la historia del cholismo, en especial por los 16 goles que han conseguido y que le igualan en el puesto decimocuarto de la Liga, junto con el Mallorca, en cuando a su pode realizador. Pese a la final que se tiene ante el Lokomotiv el próximo miércoles para seguir en la Champions, lo único que mantiene vivos y con ilusión a los colchoneros es que han visto a João Félix asumir su papel de líder y ante el Villarreal fue el que capitalizó todas las acciones de ataque, con hasta nueve lanzamientos a portería y cuatro asistencia de gol. El luso ha asumido que no tiene el acompañamiento deseado y que es hora de exhibir sobre el campo, todas las virtudes que enseñó en el Benfica y que le han llevado a ser nombrado el mejor jugador de Europa a sus años. Por eso no es extraño que el Cholo ha sido claro que Cerezo y Gil Marín. Quiere que los Reyes le traigan un goleador de solvencia y prestigio. No quiere experimentos. Necesita primeros espadas y por eso Cavani sigue siendo el número de preferencias y ha dado vía libre a las bajas o traspasos que se tengan que realizar para no convertir esta campaña en una auténtica penitencia. Estando ya fuera de competiciones europeas, cosa que nunca se había producido durante el cholismo, ser eliminados por un equipo que llega cotizando a la baja, sería la puntilla que necesitarían las gradas del Metropolitano para terminar de explotar. Divisiones de opiniones ya se han producido y lo que no quieren volver tiempo como los que pasaron antes de que llegase Simeone y encima seguir adelante en la Champions es una gran fuente de ingresos para que se permita pensar en un delantero top para el próximo verano.

Hasta el momento sigue siendo el filial el único que está permitiendo a los colchoneros esbozar una sonrisa. Ya están a un punto del líder, Atlético Baleares y siguen dejando claro que saben lo que son los goles y tienen a David Poveda con diez tantos. Podía ser una buena alternativa para Simeone en lugar de Lemar en los momentos de apuros. Vitolo nuevamente lesionado, la cabeza mejor amueblada del centro del campo, junto a Herrera y al final Giménez parece que va a volver a jugar y dar una estabilidad a los centrales, ya que tanto Felipe como Hermoso, alternan aciertos con errores infantiles. Es el momento de hablar entre los jugadores y el técnico y que salgan a la luz líderes como Koke para enderezar una nave que anda a la deriva. Todavía existen opciones de cambiar el rumbo actual y basta de palabras para buscar culpables. Este Atlético está obligado a dar mucho más de lo que ha hecho y sobre todo dejar claro que es uno de los grandes y todo aquello que no sea acabar entre los cuatro primeros de la Liga sería un fracaso. El fantasma de volver a ser el equipo con altos y bajos es algo que no se le quita de la cabeza a sus seguidores que esperan ante el Lokomotiv encontrarse con un bloque que prometía mucho este verano y que todavía no ha aparecido.