Espanyol empieza por ‘Var’ y acaba con brotes verdes

Pasar de la UVI a la vida cotidiana de un día para otro es lo que pretendía el Espanyol en el Bernabéu, hundido en la clasificación y con la necesidad de alcanzar un triunfo donde fuera, y que aun así acarició tal hazaña en hasta que Benzema hizo de las suyas en ese tramo final de los partidos en que los pericos ya de por sí reciben goles a la velocidad de un campanario a las 12 en punto.

Hasta ese 2-0, casi todos los problemas de los de Machín comenzaban en Var. Por Varane, el espontáneo que se coló para establecer el primero, y por el VAR, que se abstuvo de entrar en un posible penalti por derribo de Carvajal a Calleri, después de que Jaime Latre perdonara la expulsión a Vinicius, en una segunda amarilla flagrante.

Herido en su orgullo, el Espanyol se las apañó en estático, a la contra, presionó alto con una efectividad que llegó a convertir la salida de balón de los de Zidane en un manojo de nervios y tuvo en Diego López (cuyas actuaciones, no por habituales, cabe dejar de destacar) el contrapeso al huracán local. Merodeó el gol con Granero y con los pipiolos Lozano, Campuzano y Roca. Pero no le alcanzó. Quizá se atisbaran al menos brotes verdes, como la camiseta del Madrid. Que el cambio, más que climático, sea de situación para los pericos.