Verde que te quiero verde

Sé que en su día hubo algunas excepciones, sobre todo en partidos de homenaje y con carácter amistoso, pero hasta donde llega mi memoria yo siempre vi al Madrid jugar de blanco en su santuario del Bernabéu. Pero la ocasión merece una excepción que está justificada. La Cumbre del Clima se está celebrando en la capital y el club muestra de esta forma una sensibilidad que es mayoritaria con un asunto que nos concierne (y preocupa) a todos los que habitamos este planeta.

Además, el verde me gusta. Verde esperanza, verde que te quiero verde. La apuesta cromática llega en un momento dulce para la tropa de Zidane. El equipo juega muy bien al fútbol y se sobrepone a la plaga de lesiones con una sonrisa camuflada en el saludable fondo de armario que tiene esta plantilla. Pese a no estar cuatro jugadores de banda espléndidos como Hazard, Bale, Asensio y Lucas Vázquez, ¿qué equipo no querría tener a tres extremos jóvenes y jugones como Rodrygo, Vinicius y Brahim? Hay que ver la botella medio llena. Cierto que el Espanyol es un rival histórico que atraviesa un momento muy duro, pero si le da a Machín por activar el Modo Europa League nos puede amargar la mañana. Estoy con Zidane. Nada de confianzas en una matinal que nos permitirá ver el Bernabéu casi lleno, con niños que aprovecharán la hora y el puente de diciembre para ir al jardín de sus futuros sueños. Prohibido fallar. Los críos se merecen una alegría.