Se medía Osasuna al Athletic con la intención de prolongar su racha de 31 partidos sin conocer la derrota en casa, tras haber batido el récord de 1959, de 30 partidos invictos en su feudo. En aquella ocasión, el verdugo fue el Atheltic, que perdió en el campo de San Juan por uno a ocho. Ayer no hubo goleada, pero si derrota y el encargado de cortar la impresionante racha de los de Arrasate fue el mismo equipo. Otra vez, el Athletic. Ya se sabe que el fútbol es caprichoso, y hoy se lo devolvió a demostrar a Osasuna.

Durante la semana la frase que más se escuchaba entre los aficionados rojillos era: ‘Por favor, que no sea al Athletic el que corte la racha, pero lo fue.

Para más inri, los goles de la victoria bilbaína los anotaron dos jugadores vinculados a Osasuna o a Navarra. El autor del primero fue Wiliams, bilbaíno de nacimiento, pero que creció en el barrio Pamplonés de la Rotxapea, algo de lo que se siente orgulloso y a donde vuelve siempre que puede. El autor del segundo gol fue Kenan Kodro, ex jugador de Osasuna, y quien tras anotar pedía perdón. En cualquier caso el conjunto navarro puede estar orgulloso de lo que ha conseguido, de que la última vez hasta hoy, que perdió en El Sadar fue el 1 de abril de 2018, por la mínima ante el Tenerife, de haber hecho historia, de haber batido un récord, de ser el equipo que es, de divertir a su afición y de ser un equipo con mayúsculas, que posiblemente todavía no haya alcanzado su techo.