Vuelva a la piscina, a la sincronizada, a ganar medallas o decida olvidarse de la competición, para nosotros Ona Carbonell será una de nuestras heroínas para siempre. Nos ha dado tantas alegrías, tantas enseñanzas, nos ha mostrado el camino de la disciplina, del sacrificio, del orden; que la tenemos que tener siempre en un pedestal. Es Marca España de la que presumir.

Para las mujeres de hoy en día Ona Carbonell supone un ejemplo a seguir. Si yo tuviera una hija/o le contaría que la vida es preciosa, pero también difícil, que hay que luchar por los sueños, que hay que tener valores y carácter en el día a día… Le contaría la historia de Ona, de su sueño por nadar y por la sincronizada, de sus ocho horas de entrenamiento diarias, de los días lejos de su familia, de la soledad obligada. Todo por su sueño, todo por las 23 medallas que ha conseguido. Todo por ella, por su familia y por el país que representa, España. También le contaría que un día tomó la decisión más difícil de su vida: alejarse de la competición, que no de la piscina, y centrarse en los suyos y en su otro sueño: quiere ser madre. No puede haber cuento ni ejemplo más bonito para nuestros pequeños, que mejor historia que esta. Animo a los padres a contarlo una noche cualquiera. Triunfarán seguro.