En fútbol, si quieres un amigo...

La Selección remató la fase de clasificación para la Eurocopa con un brillante 5-0 sobre Rumanía, pero ese hecho feliz llegó preñado por los rumores, pronto confirmados, de que se trataba del último partido de Robert Moreno como seleccionador. Brazo derecho de Luis Enrique, heredó el cargo cuando éste tuvo que dejarlo por una desgracia familiar conocida. En su primer momento se presentó como un suplente que cubría el puesto mientras hiciera falta. Pero desde que dio la lista para estos dos últimos partidos en el Museo del Prado estaba solicitando tres veces una renovación por dos años más, hasta el Mundial próximo. Raro, raro...

Rubiales dio largas a esas demandas. Tras el partido ante Malta en Cádiz compareció por sorpresa en la zona mixta, lugar propio para declaraciones exprés sobre el partido, a fin de atacar a Tebas por su pinchazo en el segundo intento de montar un partido de LaLiga en Miami y se encontró con la pregunta sobre la renovación de Robert Moreno, ante la que se sacudió las moscas. Ya ayer, a mediodía, Manu Carreño dejó caer que sería el último partido de Robert Moreno al frente del equipo. Se entiende que porque Luis Enrique estaría en condiciones de regresar ya, así lo habría expresado a Rubiales y éste se habría decidido a recuperarle.

Todo sería natural... si se hubiera hecho de otra manera. El titular se ausenta, el suplente cubre su ausencia, el titular vuelve, el suplente regresa su posición anterior. Pero algo no ha salido así. Robert Moreno, que deja el equipo con siete victorias, dos empates y la clasificación como cabeza de serie, suspendió su comparecencia tras el partido. Ahora vendrán las explicaciones, todo tiene su explicación, pero este nuevo relevo de seleccionador (Rubiales los va acumulando, por unas causas o por otras) deja un tufo peor que otros. Hace pensar que, como dijo Van Basten, “en fútbol, si quieres un amigo, cómprate un perro”.