Rodrygo tiene mucho que ofrecer

Apuesta de club. Después de su exhibición contra el Galatasaray en Champions, Rodrygo ya está en boca de todos. La apuesta del club de comprar talento joven antes de que sean estrellas y que su precio de fichaje se convierta casi en prohibitivo comienza a dar sus frutos en nombres como Fede Valverde, asentándose cada vez mas como titular en el equipo; Odegaard, uno de los mejores, si no el mejor de lo que llevamos de Liga; Vinicius, que, aunque no atraviesa un momento dulce, pienso que en el futuro cercano aportará cosas importantes; y Rodrygo, que comienza a apuntar virtudes de gran futbolista. No se acertará siempre y no todos llegarán igual de alto (depende de muchísimos factores), pero este es un camino que hay que recorrer tal y como se ha puesto el mercado.

Adaptable a ambas bandas. Vamos a meter el bisturí en el fútbol de Rodrygo: su posición ideal, jugando por detrás de un punta, no existe en el Real Madrid, por lo que se tendrá que adaptar, como así lo está haciendo, a jugar en banda. La izquierda le favorece más por su tendencia a ocupar pasillos centrales y zonas cercanas al área. Desde allí siempre estaría perfilado hacia su pierna mas hábil. Pero es capaz de actuar con éxito desde la derecha gracias a su buena interpretación del juego, de los espacios y de su capacidad para la asociación. Le veremos en pocas ocasiones intentar ganar línea de fondo para sacar un centro, nunca será ese tipo de jugador de banda. Si se observan sus movimientos, ya que es un futbolista muy dinámico (lo que le hace ser muy difícil de detectar por los rivales), todos son hacia zonas de remate, rechace o en profundidad, lo que denota que tiene el gol muy metido en su cabeza.

Rodrygo marcó ante el Galatasaray el 2-0 con un buen cabezazo.

Con la cabeza en el gol. Rodrygo llega al gol desde la intuición, desde la lectura sobre lo que va a suceder en la siguiente acción. En este aspecto me recuerda un poco a Raúl, siempre concentrado, viviendo el partido y arrancando un segundo antes que el oponente. Además, también hablamos de un jugador con una técnica muy depurada, es muy fino en los controles, en la conducción y en los remates. También para la asociación en espacios reducidos y a la hora de tirar paredes, por eso se entiende tan bien con compañeros como Benzema, de cualidades similares.

Madurez a sus 18 años. Pero sin duda lo que más sorprende en Rodrygo es su madurez en la toma de decisión y en adoptar responsabilidades en las zonas calientes del campo, pese a ser un chico de sólo 18 años. La camiseta del Real Madrid siempre pesa mucho y está reservada para los elegidos. Ya veremos lo lejos que llega Rodrygo pero parece que, de momento, la elástica blanca le sienta fenomenal.