La dormilona

Por tres, por cuatro o saliendo por la puerta, el pádel ha llegado para quedarse como deporte profesional. Por ello, y porque lo mejor está por venir, este blog nace para analizar, valorar e informar sobre la actualidad del mundo de la pala. Pasen a la pista.

Autor: Alberto Bote

LA DORMILONA

3 consejos para jugar al pádel con frío

El otoño, y con él el frío y la humedad, ya ha comenzado y hay que asumir los cambios en el juego por las condiciones climatológicas.

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Una pista World Padel Tour afectada por la lluvia.
World Padel Tour

El otoño ya está aquí. Desde el pasado 23 de septiembre la tercera estación del año es un hecho real que, en las últimas semanas, se ha hecho visible con un cambio climatológico que afecta directamente al pádel y al juego.

Y es que si hace unos meses en La Dormilona hablábamos de cómo variaba el tipo de juego con la llegada del verano y enumerábamos tres consejos para mejorar el juego con las variaciones de temperatura, con la entrada del otoño –y el invierno en un horizonte no muy lejano- ocurre lo mismo.

Porque los cambio de temperatura, clima y condiciones harán que los jugadores amateur de pádel vean su juego alterado por las condiciones de la pista y deberán adaptarse a un nuevo rol de juego acorde a las circunstancias.

Por ellos os vamos a dar tres consejos para jugar al pádel con frío:

1 - Calentar es más importante que nunca

En incontables ocasiones hemos recomendado que tanto a la hora de afrontar un entrenamiento o partido el calentamiento es una parte fundamental. Ahora, con la llegada del otoño y el invierno, su importancia incrementa.

Porque con la bajada de las temperaturas el cuerpo está menos preparado para realizar un esfuerzo intenso como puede ser un partido de pádel y, para prepararlo, realizar un calentamiento correcto se antoja indispensable.

Un calentamiento previo que deberá pasar, primero, por los grandes grupos musculares para, poco a poco, ir focalizando en aquellas zonas que tendrán una demanda extra para desplegar nuestro juego en pista.

No existe un tiempo determinado para un calentamiento perfecto, pero un buen medidor de que este está siendo eficaz será que al ir incrementando la intensidad nuestra temperatura corporal aumentará e irá siendo innecesaria la ropa extra de abrigo.

2 – El estado de la pista y los materiales varían

Sí, las condiciones climatológicas afectan al juego. Tanto la pista como todos los elementos necesarios para jugar al pádel se ven afectados y debemos tener en cuenta cuáles son estas variaciones.

La pista, en condiciones habituales, se verá alterada especialmente en zonas outdoor. Si bien los clubes que cuentan con pistas indoor pueden presumir de una menor variación, aquellas que están al aire libre acusarán el frío en el suelo y las zonas de mayor humedad –especialmente aquellas que estén a la sombra- con posibilidad de un menor agarre.

Además, hay que tener en cuenta que los materiales de la pala de pádel y la pelota se verán afectados. Si en verano la pala se vuelve más blanda por una cuestión de rendimiento en los materiales, en invierno ocurrirá el efecto contrario. Sentiremos que la pala endurece y que, con ello, la salida de pelota será menor pues, además, el rebote de la bola será diferente.

3 – Adapta tu juego al frío

Por supuesto que el frío y la humedad exigen un tipo de juego especial. Es innegable decir que no se puede querer afrontar los entrenamientos o partidos como lo haríamos en verano.

La llegada del otoño y el invierno harán que nuestro juego deba ser más regular, eficiente y carente de errores pues al tener un menor rebote la pelota y endurecerse la pala, las ocasiones para definir y cerrar el punto serán siempre menores.

La paciencia y la estrategia son dos de las bases al éxito en invierno que todo jugador amateur debe desarrollar para ver incrementado su nivel y poder disfrutar, después, en los meses de más calor.