La bipolaridad lleva al empate

La bipolaridad vivida por los rojiblancos llevó a los del Cholo a un empate justo. En los primeros 45 minutos tuvieron gran habilidad para mudar la piel según quien tuviese la pelota. La cara fiable cuando la tenía el rival, convirtiéndose en un 1-4-4-2 con Hermoso de lateral (sufre ahí) con buena presión, incomodando la salida del balón che y no dejando medio segundo a los Parejo y compañía para girar. Y la cara versátil para convertirse en defensa de tres con Hermoso de central izquierdo y Saúl y Arias de extremos, provocando espacios por dentro para el movimiento rápido de pelota a los João Félix, Koke (mejor al lado de Thomas) y de algún punta, que hacían que la sensación de peligro y superioridad la tuviesen los del Cholo. Podría decir que fueron de los 45 minutos que más optimismo me han creado desde que comenzó LaLiga.

Otra cosa fueron los segundos 45', en los que apareció la otra cara de la bipolaridad, un equipo que de repente ya regaló 15 metros y un segundo a Parejo y Coquelin para que tocasen cómodo sin aliento en el cogote. Aunque el Cholo dio volantazo a la situación con cambios ofensivos, Lodi y Lemar no tuvieron influencia en el juego. Los rojiblancos nunca encontraron las sensaciones de ese gran primer tiempo. Aunque sabemos de las virtudes de este equipo para defender un gol en modo camaleónico o bipolar, para muestra siete títulos, me gustaría ver la cara del primer tiempo más ampliada con esta plantilla, sin perder estilo ni esencia. Pero viendo la convicción en la presión en terreno contrario ante un pedazo de centro del campo con Parejo, Kondogbia y Coquelin, y sumándole la fluidez, aprovechando los espacios de tanta gente por delante del balón, creo más en ver más a menudo la cara del primer tiempo.