Una casualidad. Así fue como explicó el entrenador del Real Madrid el encuentro con su compatriota, que tiene nombre de anhelo. La insistencia veraniega no surtió efecto, pero la constancia siempre es buena compañera de viaje cuando se quiere lograr un objetivo determinado. Hace unos días costaba encontrar una explicación al viaje de Zizou a Dubai para intervenir en unas conferencias sobre Inteligencia Artificial. Desconozco los conocimientos de Zidane en robótica, algoritmos y sus capacidades para dar una charla sobre la AI aplicada a un equipo de fútbol o a la prevención de lesiones, pero su magnetismo sigue siendo indudable. De momento, ya ha dejado claro que cree más en el ojo, en la intuición y, sobre todo, en la inteligencia humana. Ya lo demostró gestionando un equipo tres veces campeón de Champions y cuando supo elegir el momento de marcharse. Lo de Dubai ya es un poco más difícil de creer. Seguramente, la presencia de Pogba explique un poco mejor, aunque sea casualmente, el viaje del francés.

El Clásico, después de las elecciones. Parece evidente que un Clásico, que es una de las ventanas de España al mundo, no se podía jugar en Barcelona la próxima semana. LaLiga, que se gasta muchos millones de euros en proyectar la imagen del fútbol español por el mundo, no se precipitó. Tebas buscó una decisión coherente que precitaba un desenlace y que le cubría en caso de incidentes. El Barça no podía aceptar por la presión local y el Madrid, con sus obras en el Santiago Bernabéu y el daño que se le causaría a la organización de su Clásico, tampoco. La Federación siguió el juego político y a los políticos sólo les interesa que se dispute después de las elecciones. Imposible desgranar el fútbol de la política. Las cuitas entre la Federación y LaLiga, o sea entre Tebas y Rubiales, se van a llevar el prestigio del fútbol español por delante.

"Vamos a matar a los jugadores". La reflexión la hizo Thomas Tuchel, entrenador del PSG, sobre el cúmulo de lesiones y partidos que tienen que disputar los futbolistas internacionales. No debería caer en saco vacío. Por muchas portadas que copen los dirigentes, el fútbol es de los futbolistas y, a este paso, se van a cargar a la gallina de los huevos de oro. La FIFA es más rápida inventando competiciones nuevas que buscando soluciones para que los jugadores se desgasten menos. El fútbol también necesita soluciones.