España es reconocible. Por su juego y por su equipo. Por su estilo y por su alineación. Robert Moreno repitió en Noruega el once de Rumanía, con tres únicas excepciones, dos por obligación y la otra porque es la única duda que aún alberga. La entrada de Oyarzabal fue posible por la ausencia de Alcácer, que se quedó en Alemania por lesión. Como la de Bernat por Jordi Alba. La otra novedad, Albiol, responde a la búsqueda aún no completada de una pareja para Sergio Ramos.

En esa posición, España ha probado ya en esta nueva etapa a Nacho, Albiol, Bartra, Diego Llorente, Íñigo Martínez y Mario Hermoso, además de Unai Núñez y Pau Torres, que ayer fue el descartado.
Sergio Ramos es el único fijo en el eje de atrás, al menos de momento. El otro indiscutible es Kepa, que ha dado ya el sorpasso a De Gea. Desde que llegó Robert Moreno, el titularísimo es el portero del Chelsea. Jesús Navas también parece que se consolida en el lateral derecho. Carvajal tiene competencia. Y por último, un dato relevante: España salió anoche en Oslo, por vez primera en sus 699 partidos de historia (para la FIFA no cuenta el amistoso que España jugó en Guinea Ecuatorial en 2013) con once jugadores de once equipos distintos. Los únicos dos futbolistas que de los que empezaron ayer que coincidieron son Ceballos y Fabián, los centrocampistas del Betis de hace tres temporadas.