Keylor frente a Bale, Benzema y Hazard

La Champions desplegó su primera noche y premió al Barça y al Valencia con sendos buenos resultados, mejor el del Valencia. ¡Quién lo iba a decir! En plena crisis se trae una victoria de la salida más difícil del grupo por gol de Rodrigo, ese al que Peter Lim quería convertir en un cheque de 60 millones, gracias al empeño general y a un firme Cillesen. Y también a la suerte, todo hay que decirlo, porque Barkley falló un penalti. Esta victoria es agua bendita para Celades, al que sus propios jugadores miraban con reservas. No es bueno que hagan eso. Lo que hay es lo que hay y les conviene aplicarse a ganar. Como ayer.

Peor lo pasó el Barça, que se mantuvo mal que bien en la primera parte, pero que en la segunda se vio desarbolado, curiosamente tras la entrada de Messi por Ansu Fati, pero, sobre todo, tras la salida de Busquets. El Borussia se le echó encima con todo y volcó el campo sobre Ter Stegen, pero ahí estaba él. Hizo un encuentro superlativo, lo que incluyó el paradón a un penalti lanzado por Reus junto a otras intervenciones meritorias. Y cuando no llegó a un balón imposible, el larguero hizo el quite. Mal partido del Barça, que otra vez se queda sin gol fuera. No hizo juego para marcar, ni siquiera para dejar la portería a cero.

Y, hoy, los madrileños. El Madrid se enfrenta a Keylor, al que atacará con Bale-Benzema-Hazard, ahí es nada. Está fuerte por delante, con estos tres más James, que suma peligro desde atrás. Al PSG le faltan Neymar, Mbappé y Cavani, golpe de fortuna para el Madrid, que a su vez va con Militao, que despierta dudas, en la plaza de Sergio Ramos. El partido augura emociones. Y en el Metropolitano, de nuevo la Juve, con el enemigo público número uno de los atléticos, Cristiano, al que sólo se le ha ocurrido quejarse de lo mucho que le pitaron el curso pasado allí, con lo que le pitarán más. En fin, fútbol de altos de vuelos aquí, allá y acullá. Es la Champions.