Es el gran reto de los colchoneros para olvidar la mala imagen que dejaron ante la Real. La cita contra la Juventus es de vital importancia para demostrar que el proyecto más ambicioso del Atlético para conquistar la Champions tiene consistencia. Es una final adelantada ya que comenzar con un tropiezo en Europa sembraría de dudas al vestuario y al cuerpo técnico y sobre todo llevar la inquietud a un Metropolitano que va a registrar uno de sus mejores llenos. Las gradas siguen estando a muerte con Simeone y los cambios de esta campaña y están convencidos de que están en una ocasión única para conseguir el reto en Europa. Una de las premisas fundamentales es la de recuperar a Morata. Nadie discute la calidad de Joao Félix –Futre en Italia ha sido claro a la hora de indicar que va a ser Balón de Oro-, pero hasta el momento el hecho de tener que jugar en punta al no poder jugar junto Costa y Morata (por lesión y sanción) ha provocado que no haya podido tener los espacios libres que necesita para mostrar sus virtudes. Es el momento de encandilar a los rojiblancos y dejar claro que todas las esperanzas que se han puesto en sus condiciones tienen una lógica más que aplastante. Incluso ha asumido el papel de referencia que debe tener y encima se está encontrando con el apoyo de sus compañeros que le están hablando para que no se coma el coco por el hecho de que le hayan cambiado en cada uno de los encuentros. Lo que ha insistido el cuerpo técnico es ganar en consistencia defensiva y que se han encajado cuatro goles que están muy lejos de los baremos que han venido manteniendo Oblak y sus compañeros. Y, por supuesto, no se quieren hacer los regalos que se hicieron el año pasado ante la Juve en el partido de vuelta y que provocaron caer eliminados cuando en Madrid habían ganado por dos a cero.

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También Iker Casillas se rinde al nivelazo de Oblak y le reconoce como el mejor portero del mundo y el susto ante la Real ha pasado y ha entrenado sin problemas y será otra de las bazas decisivas ante la Juve. Lo mismo ha pasado con Thomas, que cada partido se vuelve más insustituible como mediocentro defensivo y la habilidad que tiene para saber cerrar todos los huecos defensivos que se producen a lo largo del encuentro. El que tiene que asumir sus galones es Giménez. Debe asumir que es el relevo de Godín y que desde luego todavía no lo ha conseguido y que su entendimiento con Savic está generando muchas dudas. No terminan de saber la distancia adecuada para que el rival no llegue con tanta facilidad ante su portería y tampoco consiguen imponerse en el juego aéreo. Nadie duda de que hay base para formar un bloque más que importante y que hay que dar tiempo a que cada pieza sepa encajar la misión que le está solicitando Simeone. El lado positivo es que el Atlético femenino ya es líder de la Liga tras su contundente victoria ante el Sevilla y que el filial se encuentra segundo con su segundo éxito como visitante. Parece que están en la línea precisa para subir de categoría y mientras en los despachos no descartan la opción incluso la opción de tener otros deportes como pasó en los tiempos del balonmano que tantos éxitos consiguió para el Atlético y el deporte español.