No pienso rendirme con 'Vini'

Vinicius no tuvo un debut brillante con la canarinha. No fue titular y erró una buena ocasión de gol. Hasta ahí sonaría como la crónica de un desencanto con un desenlace que han debido celebrar con sorna los que no creen en el joven talento brasileño. Pero me niego a arrojar la toalla con Vini, porque lo que vieron mis ojos durante un par de meses la temporada pasada no estaba en un lote de cine de ciencia ficción. Yo he visto a Vinicius poner en pie al Bernabéu con sus diabluras y regates en un momento en el que a la mayoría de sus compañeros le quemaba el balón en los pies. Ahí es donde se ve a los jugadores de verdad.

El Bernabéu no tiene piedad con los mediocres ni con los jugadores pusilánimes. Perdona los errores del valiente y del osado con talento. Vinicius comete pecados de juventud y claro que tiene que mejorar la definición. Pero es el momento de dar la cara por él y de que tanto Zidane como Tite acepten darle la confianza que su fútbol merece. Los técnicos que en su día fueron atrevidos con los más jóvenes han pasado a la historia por su buen ojo. Solari casi lo consigue. Más que nunca, me pongo orgulloso la camiseta de Vinicius.