Buen debut de Robert Moreno

Para su primer partido oficial como seleccionador, Robert Moreno sacó un equipo convincente. Una media con más llegada que posesión, dos laterales con buena subida, dos delanteros que ahorran trámites para el remate y un triángulo de seguridad con Llorente, Sergio Ramos y Busquets. Todo ello respaldado por el flamante Kepa en la portería. Un equipo bien trazado que saltó al campo rumano con idea de hacerse los puntos sin darse la menor coba. Un juego seguro, ni rápido ni lento, una especie de ‘allegro ma non tropo’, diferente ya sin remedio del ‘andante’ de los felices años de Xavi, Iniesta y compañía.

Ese equipo se enfrentó a una Rumanía cerrada, que dejó arriba a Puscas, una fierecilla capaz de batirse con cualquiera, aunque sean tipos con tanta mili como Sergio Ramos o Sergio Busquets, al segundo de los cuales hasta partió la boca. España era más. Llegaba, remataba, provocaba paradas de Tatarusanu. El primer gol llegó por un penalti severo señalado por nuestro conocido Aytekin y transformado por Sergio Ramos, en lo que fue su gol número 21 con España. En penaltis lleva 23/27, contadas tandas. Gran promedio. España había merecido adelantarse con un gol más bonito, pero ese valía.

El gol bonito llegó nada más empezar la segunda parte, en una jugada colectiva que aceleró Ceballos con un gran pase a Alba, cuyo envío al centro machacó Alcácer. Todo arreglado, pensamos todos, y ese todos incluye a los defensas españoles, que se comieron un gol de primaria, con el balón volando de lado a lado del área hasta ser rebotado por Puscas al recién entrado Andone. Eso nos costó un final peligroso, más complicado desde la expulsión de Llorente (otra vez Puscas por enmedio), pero una parada final de Kepa salvó la victoria, la primera de España allí. Una victoria que nos dispara en la tabla. Esto marcha.