A Madrid sin hacer mucho ruido

Llega silencioso el Real Valladolid al Bernabéu. Con sus tres primeros puntos ya obtenidos y sin llamar mucho la atención en los círculos madridistas que están más pendientes de Neymar, de Bale o de la marcha de Kubo al Mallorca. Y eso es bueno para un Valladolid que ya ha demostrado saber competir bien en los campos de los grandes. Sin ir más lejos, el año pasado debió asaltar el feudo madridista. Lástima de aquellos dos disparos de Toni y de Alcaraz y de la mala suerte de Olivas en el primer gol blanco. Casi un año después vuelve el mismo equipo de Sergio, conjunto serio y disciplinado, que no dará a los blancos las facilidades que el Celta les dio el sábado en Vigo. Y como soñar es gratis, la afición lo hace con ver a su Pucela dar la campanada de sumar las dos victorias consecutivas en el inicio de la temporada. Será un Valladolid muy parecido al de Sevilla con la posibilidad de Porro al que la afición espera con muchas ganas. Y entre Anuar, San Emeterio y Joaquín saldrá el recambio de Alcaráz.

Mientras, siguen pasando cosas. Kubo al Mallorca. Lo del japonés es algo misterioso ya que desde Zorrilla siguen asegurando que nunca supieron nada de él y desde Madrid que tuvo que decidir entre vestir de bermellón en la isla o de blanco y morado (muy oscuro) a orillas del Pisuerga. Y Stiven Plaza camino del filial. La dirección deportiva y el entrenador consideran que para el ecuatoriano puede ser lo mejor antes de dar el salto a Primera. Ahora falta que lo piensen así también Ronaldo y el propio futbolista. Quedan movimientos y hay que encajar todas las fichas pero lo fundamental será que el equipo mantenga, con unos o con otros, sus señas de identidad.