El Movistar ficha futuro

Desde su fundación en los años 80 bajo la denominación de Reynolds, el actual Movistar ha intentado siempre acoger como líderes a los mejores ciclistas españoles del momento. De Arroyo, Delgado, Gorospe e Indurain pasó a Olano y Chava Jiménez, luego a Mancebo y Pereiro, más recientemente a Valverde y Landa. Quedó la espinita clavada de reclutar a Freire o Contador, aunque ambos estuvieron muy cerca de cerrar el acuerdo. En los últimos tiempos también se abrió al mercado de Latinoamérica, donde la compañía telefónica tiene marcados objetivos, con Nairo Quintana, Carapaz y Amador como máximos exponentes. Ha habido pocos capitanes de otros lugares, salvo la rareza de Alex Zülle en 1999. En esta misma semana, el Movistar ha anunciado la marcha de Landa y la llegada de Enric Mas. Un salto al mañana.

Mas acabó segundo y ganó la etapa reina en la última Vuelta con 23 años, lo que confirma su adaptación a las grandes rondas, que no pudo refrendar totalmente en el Tour, donde simultaneó destellos con derrumbes. Aun así, el futuro del ciclismo español pasa por este balear, al que el Movistar ya ha echado el guante. Los telefónicos vivirán una pequeña revolución en 2020 con las despedidas de Landa, ya oficial, Nairo y Carapaz, que no tardarán en anunciarse. Enric Mas tomará las riendas, seguramente con Marc Soler, que asumirá más responsabilidad, y junto a algún otro fichaje latinoamericano como Einer Rubio. Todos ellos bajo la batuta del maestro Valverde, que ha renovado hasta los 41 años. Después del caótico Tour y de las malas relaciones en su tricefalia, se aplaude un nuevo proyecto. Sin perder su pedigrí.