Cerolímites

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Autor: Eduardo Salete
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¿Quiere aumentar su memoria? Salga a correr

Hacer ejercicio, aunque solo sea por 20 minutos de forma moderada, mejora inmediatamente la actividad cerebral.

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¿Quiere aumentar su memoria? Salga a correr
Eduardo Salete Balder

Un estudio del Departamento de Neurociencia de la Universidad de Cambridge del 2010 descubrió que el ejercicio físico tenía efectos, no solo en la actuación del cerebro, si no en su propia fisiología y anatomía. Experimentaron con dos grupos de ratones, uno A que realizaba ejercicio en la típica rueda de ratones, y otro B cuyo único programa era descansar y dormitar. Al final del día se les ofrecía la cena a través de una pantalla táctil con dos cuadrados idénticos. El de la derecha daba comida, el de la izquierda no. Al cabo de pocos días, el grupo A de ratones atletas doblaba en acierto a los desidiosos del grupo B. La capacidad de memoria se había duplicado simplemente con unos minutos de ejercicio al día. El motivo de este aumento de memoria fue incluso más espectacular que los resultados de la prueba de aciertos y fallos. El ejercicio potenció el crecimiento de nuevo tejido neuronal en el hipocampo (la parte del cerebro que se ocupa de las emociones y que tiene capacidad para regenerar células en la edad adulta) de los ratones activos, habían generado alrededor de 6000 nuevas neuronas por milímetro cúbico en el hipocampo.

El hipocampo se contrae cuando una persona adulta se deprime, porque tiene un papel fundamental en la respuesta al estrés y en la memoria. Por eso, las personas deprimidas parecen despistadas y sufren fallos de memoria. Para la investigadora Wendy Suzuki Neurocientífica de la Universidad de Nueva York, fue todo un impacto descubrir que su memoria mejoraba notablemente después de comenzar un programa de entrenamiento para perder peso.

Hay un vínculo fuerte y directo entre la actividad física y cómo funciona el cerebro. La gente todavía no relaciona la salud física con el funcionamiento cerebral. Cuando se entrena uno piensa en perder ese kilo de más, o en marcar más músculo, pero nunca en el tremendo bien que se hace al cerebro y a su capacidad cognitiva cada vez que se pisa el gimnasio o se sale ahí a fuera a correr.” – Declaró Suzuki en el Cognitive Neuroscience Society (CNS) de San Francisco celebrado el pasado marzo.

En ese mismo simposio se presentó un trabajo de la Universidad de Iowa que demuestra que los efectos del ejercicio sobre el cerebro son inmediatos y acumulativos. Para la doctora Michelle Voss los cambios observados en una sola sesión de entrenamiento son un marcador que predice los cambios para entrenamientos de varios meses. Y tampoco se necesita machacarse con entrenamientos de alta intensidad para “hackear” el cerebro, bastan 20 minutos de suave rutina para experimentar los cambios según otro estudio presentado por Michelle Carlson de la Universidad Johns Hopkins.

El deporte en equipo tiene un especial impacto entre los niños de 8 a 12 años.

Parece evidente que los efectos del ejercicio sobre la mente serán más grandes en cerebros que aun se están formando, como el de los niños. La universidad de Washington realizó un estudio sobre el tamaño del hipocampo en niños entre 9 y 11 años que jugaban en equipos deportivos. Las conclusiones fueron que el hipocampo de los niños que practicaban deporte era mayor y que muy pocos presentaban signos de depresión, comparados con otros niños que no realizaban ningún tipo de actividad física. Pero había más, el volumen del hipocampo era significativamente mayor en los niños que formaban parte de un equipo dentro de una liga escolar o regional, que la de aquellos niños que jugaban espontáneamente en el campo de juego, sin pertenecer a una liga o un equipo. Por lo que, al menos en niños, practicar deporte por equipos dentro de la estructura de una competición prolongada en el tiempo tiene más efectos en el cerebro, tal y como ya había adelantado los estudios de la Universidad de Iowa, con el plus sociológico añadido de las relaciones sociales dentro del equipo.

Pero los efectos del ejercicio no se limitan al hipocampo y la memoria, los neurocientíficos están descubriendo un gran abanico de beneficios que aporta el deporte. Según un estudio conducido en la Universidad de Ámsterdam, Holanda, estudiantes que había realizado 20 minutos de entrenamiento aeróbico suave aumentaron la concentración en tareas intelectuales considerablemente. El Instituto Tecnológico de Georgia asegura que correr activa el sistema endocannabinoide (el receptor del cánnabis) lo que provoca sensación de alegría, reduce el dolor y activa el placer. Y en la Universidad de Standford llevaron a cabo experimentos que concluían que el ejercicio mejora la creatividad y el pensamiento divergente.

Así que ya sabe, si quiere una mente sana salga ahora mismo de casa y póngase a practicar un deporte al aire libre. Cualquiera vale.