Ona Carbonell: la vida en el podio

La sincronizada dio el relevo a la natación en los Mundiales de Gwangju (Corea), con una recolecta de tres medallas, ninguna en disciplinas olímpicas. Los tiempos en los que España contaba sus participaciones como podios pasaron a la historia. De aquella época gloriosa sólo sobrevive Ona Carbonell, que sigue sumando. Sus dos platas en el solo y el bronce en highlight, una nueva especialidad de equipo basada en acrobacias, la han convertido en la nadadora artística con más medallas mundiales: 23. Si ampliáramos el horizonte a toda la natación, sólo tendría por delante a los estadounidenses Michael Phelps (33) y Ryan Lochte (27). A Ona hay que ponerla muy arriba en el escalafón del deporte español, aunque sus últimos años no hayan coincidido con un buen desempeño de la sincro en general.

Ona Carbonell fue la heredera de otros dos mitos de la sincro, Gemma Mengual (20) y Andrea Fuentes (16). Tras la salida de Anna Tarrés como seleccionadora, tuvo que colocarse al frente en los Mundiales de Barcelona 2013, donde participó en la conquista de siete medallas, también récord para una nadadora. Después de aquella impresionante actuación, Carbonell se fue borrando del equipo para centrarse en el solo y en el dúo. Quizá sea el único pero que se puede poner a su brillante trayectoria, que brazada a brazada se acerca a su final. En 2020 estará en los Juegos de Tokio, donde la medalla se otea lejana: el dúo ha sido quinto. Y luego ya veremos si se anima a los Mundiales de Fukuoka 2021 o frena para ser madre. Pase lo que pase, ahí quedan sus 14 años en la élite, siempre subida los podios.