Vinicius, ante su año de ‘sophomore’

En el deporte universitario americano se conoce como ‘sophomore’ la segunda temporada del deportista. Es expresión que utiliza también la NBA, y sobre cuyo origen y posible sustitución por un término español tengo que consultar a Álex Grijelmo. Tiene su miga, porque esa segunda temporada tiende a marcar más todavía que la del debut, las posibilidades del jugador en cuestión. El primer año goza de la efervescencia del debutante, de la protección de los veteranos y de la indulgencia de público y crítica. El segundo año todo eso desaparece, ya es uno más, y tiene que defender su hueco sin privilegios.

En esa situación va a estar en este curso Vinicius, ese chico que hoy cumple 19 años. El pasado fue su primer curso entre nosotros y su rendimiento podría definirse con un gráfico tipo ‘gorro de Napoleón’. Empezó en nada, con Lopetegui, tuvo un estallido con Solari y al final, con Zidane de vuelta, entre una lesión y poco interés por parte de éste, pegó otro bajón. En su momento dejó aroma de extremo veloz que atacaba al defensa, le dejaba atrás y llevaba el balón al área rival con gran facilidad. Se echó en falta algo más de precisión para finalizar. Avanzando los partidos mejoró en el pase, pero no en el disparo a puerta.

Todo reunido dejó aroma de jugador con enormes posibilidades, porque representa un modelo que escasea mucho. Por desgracia la lesión sufrida ante el Ajax en Champions, y quizá el desinterés de Zidane por él, le dejaron a última hora sin ir a la Copa América, donde hubiera avanzado él en su juego y nosotros en su conocimiento. Ahora, con Hazard, que arranca de su misma zona, y el precedente de la falta de calor de Zidane, este segundo año se le presenta cuesta arriba. Pero si de verdad tiene perfil de futuro jugador grande, podrá salir adelante. Además, la mayoría de la afición del Bernabéu está deseando que eso ocurra.