La gente me pregunta, a la vista de lo bien que está jugando Ceballos en el Europeo Sub-21, por qué no le gusta a Zidane. Pues porque no le gusta. Y se vio en su primera etapa y se ha ratificado en esta. Los entrenadores tienen gustos muy varios, bien se ha comprobado este curso en el Madrid. Tres entrenadores, una misma plantilla, y en el mismo curso han pasado de imprescindibles a desechados. El fútbol es así de difícil. Pero el club quiere a Ceballos y le ha dicho a Zidane que si se va ha de ser cedido, no traspasado. No vaya a ser, piensan en el Madrid, que luego Zidane se marche y el club se quede sin el jugador.

Hazard aparte, belga, en el que todo el mundo está de acuerdo, Zidane todo lo que ha pedido son franceses fuertes, de origen africano. Ya está Mendy y pugna por Ndombele y sobre todo por Pogba, los tres de ese perfil. El primero implica la salida de Reguilón, el interés por el segundo ha impulsado la salida de Llorente al Atlético. Siguen sobrando jugadores, entre ellos, claro, Ceballos, del que me comentó De la Fuente, unas semanas antes del Europeo, que le parecía una maravilla. Y lo está siendo. Necesita su posición en el campo, cerca de la delantera, y ahí es un jugador activo, peligroso, valiente, con nervio, pase y gol.

Pero Zidane busca fuerza. Lo de paisanos es normal, casi habitual. El entrenador conoce más de los de su país, tiene más referencias y se siente seguro con ellos. Simeone ha traído un buen puñado de argentinos en estos años, con dudoso éxito, y en su día Van Gaal se cargó tanto de holandeses que se quedó casi sin jugadores para un partido de Copa ante el Atlético porque jugaba Holanda, y el Barça no compareció. La cosa no es que sean franceses, sino si su estilo gustará en el Bernabéu. Capello impuso la dupla Emerson-Diarra en el medio campo y aquello fue tan duro que se tuvo que ir pese a ganar la Liga. Convendría que Zidane pensara en ello.