Cuando debute en partido oficial, Rodrygo será el vigésimo sexto brasileño que se enfunde la camiseta del Madrid en sus 117 años de historia. Es la segunda nacionalidad extranjera más representada, sólo por detrás de la argentina, de la que ha habido 28 jugadores. Brasil y Argentina han sido y son los grandes viveros del fútbol mundial. Pero, hoy en día, el equipo de Zidane se mueve mucho más a ritmo de samba que de tango. Son cinco los brasileños que integran sus filas (Militao, Marcelo, Casemiro, Vinicius y Rodrygo), e iguala el récord histórico de las temporadas 2005-06 (Roberto Carlos, Ronaldo, Baptista, Robinho y Cicinho), y el de la 2006-07 (a ellos se unió Emerson, pero Baptista salió cedido al Arsenal y luego Marcelo, pero el lateral llegó justo cuando Capello le enseñó la puerta de salida a Ronaldo).

Argentina ha desaparecido de los planes de fichajes del Real Madrid. No hay rastro de esa nacionalidad en la actual plantilla y hay que remontarse a la temporada 2012-13 para encontrar a los últimos, Di María e Higuaín.

Después de argentinos y brasileños, la nacionalidad más representada ha sido, a partes iguales, la alemana y la francesa (ambas con 15).

Volviendo al fútbol brasileño, fueron especialmente relevantes aquellas temporadas 2005-06 y 2006-07. Además de haber cinco brasileños en la plantilla el técnico también lo era: Vanderlei Luxemburgo, que llegó a mediados de la primera de esas campañas y fue destituido a mediados de la segunda. Vino Luxa con su “cuadrado mágico” y con un séquito de compatriotas: el preparador físico Antonio Melo, su ayudante de campo Paulo Campos, y el preparador de porteros Texeira.

Ha habido al menos un brasileño en el once inicial de siete de las trece finales de Copa de Europa ganadas por el Madrid: Canario en la de 1960; Roberto Carlos en las del 1998, 2000 y 2002; y Marcelo y Casemiro en las de 2016, 2017 y 2018. El propio Marcelo jugó la de 2014, pero fue suplente de inicio.