La Rojita y su agónico tren a Tokio

España tiene una vida extra casi inesperada. El gol in extremis de Fornals prolonga un sueño olímpico que a la vista del rendimiento del equipo parece una utopía. Con analizar al resto de selecciones de esta Eurocopa basta para considerar casi imposible la montaña a escalar. Hay mucho nivel global. Nunca es fácil clasificarse para unos JJ OO (van sólo los cuatro mejores), pero esta vez el contexto que rodea a la Sub-21 parece el menos apropiado. Dos jugadores (Rodrigo y Asensio) se negaron a ir, no hubo amistosos previos de preparación, algunos -los porteros, por ejemplo- ni siquiera llegan a los diez partidos disputados esta temporada y hay estrellas del equipo con la lengua fuera o desaparecidos.

La derrota ante Italia hizo que España jugará ante Bélgica con la calculadora en la mano. No es la mejor manera de afrontar un partido, sobre todo cuando uno sabe que está lejos de su mejor nivel. Las prisas y los miedos aletargaron a La Rojita en un tramo final de partido preocupante. Lo mejor fue el gol postrero de Fornals tras una anticipación milagrosa en mediocampo de Vallejo. A ese halo de esperanza, a los arrestos de nuestros jugadores más importantes, a los que más sienten esta situación, hay que aferrarse de cara a la final del sábado ante Polonia. Habrá que ganar goleando para seguir soñando. El tren a los JJ OO de Tokio está en marcha. España, por suerte, continua aún en él.