La anarquía de Llorente da la razón a Zidane

El sonrojo del Madrid llegó hasta el final. La despedida de esta temporada no podía ser de otra manera. Una actuación infumable de un equipo que ha sido una caricatura mala de lo que llegó a ser y que apenas deja algún rastro positivo en todo el año. El Betis, con la superioridad numérica en la medular como modus operandi, le trituró en el Bernabéu. Ese contexto y sus propias contradicciones dejaron en mal lugar a Marcos Llorente. Zidane le ordenó como medio centro posicional, escoltado por Modric y Valverde en la posición de interiores, pero el canterano blanco volvió a confirmar sus dificultades tácticas durante todo el partido. Es un jugador de impulsos, mal relacionado con la ubicación que debería tener sobre el campo y poco hábil como arquitecto del juego. Todas estas carencias quedaron dibujadas ante el Betis.

Llorente salió de posición olvidando lo que dejaba atrás de su espalda. Esta actitud hizo a su equipo ser un bloque más largo y benefició las apariciones interiores de Lo Celso. El canterano invadió territorios que no le correspondían y nunca se entendió con Valverde y Modric. Se fía demasiado de su capacidad de recuperación y desatiende sus obligaciones posicionales. Llorente realizó hasta nueve faltas por sus continuos desajustes al llegar siempre a destiempo. Con balón tampoco muestra una confianza para dar sentido a los primeros pases del Madrid. Le cuesta orientarse, tarda en soltar y sólo parece capaz de romper con conducciones que pueden ser peligrosas en caso de pérdida. Llorente no se acaba de consolidar como un futbolista ordenado para sostener el centro del campo de un equipo. Necesita otro jugador que le acompañe. Esta anarquía podría justificar la decisión de Zidane de no contar con él de cara al próximo curso. El crecimiento del Madrid y del propio Llorente aleja al uno del otro.

Fuera de zona

Llorente sigue a Guardado y desaloja su posición. Modric intenta hacerle la cobertura, pero tiene a dos jugadores que cubrir. Lo Celso recibe liberado.