El Madrid maniató al Athletic. El Real Madrid cimentó su victoria del pasado domingo (3-0) en anular las principales virtudes del Athletic, al que no permitió correr y contraatacar, ni jugar balones directos cerca del área de Keylor, y en un Benzema que continúa en un estado de forma dulce, en un idilio constante con el gol.

Dupla Varane-Vallejo. Excelente partido el realizado por la pareja de centrales elegida por Zidane para la visita de los bilbaínos. Grata sorpresa fue lo de Vallejo, ya que es muy difícil rendir a este gran nivel después de tanto tiempo sin competir. Estuvieron muy atentos en la vigilancia a Iñaki Williams, al que no permitieron atacar los espacios en ningún momento, con gran eficacia especialmente en la anticipación y, con la ayuda de Casemiro, salieron ganadores en casi todas las disputas aéreas ante un jugador tan poderoso en este arte futbolístico como Raúl García, al que apenas vimos en ataque.

Cuidar el balón. Una de las claves para que el rival no pueda contraatacar es minimizar tus pérdidas en zonas de riesgo. "Cuidar el balón", ser preciso en zona de inicio y de construcción. El centro del campo del Madrid consiguió tener el control en muchas fases del partido, siendo esto más evidente en una segunda mitad donde metió a un Athletic, que no conseguía robar la pelota, muy cerca de Herrerín, disminuyendo así las posibilidades de construir ataques en transición peligrosos, ya que los metros a recorrer hasta la portería de Keylor eran demasiados y las vigilancias de los que estaban por detrás del balón eran muy efectivas.

Atacar la espalda de sus laterales. En la previa del partido comentábamos en estas líneas acerca de la libertad ofensiva que otorgaba Garitano a sus laterales, debido a que la profundidad por banda para sacar centros laterales es una de las grandes armas de los vizcaínos y que el Real Madrid debía aprovechar el espacio generado por estos cuando se sumasen al ataque. El 1-0 llegó precisamente en una situación así. Asensio aprovechó una subida al ataque de Lekue y tras recibir un pase de Kroos, le puso un centro teledirigido a Benzema que el galo consiguió llevar al fondo de la red.

Benzema. Karim está completando su mejor temporada vestido de blanco. Se quita a veces trascendencia a su papel debido a que a nivel colectivo el equipo no ha conseguido estar cerca de la lucha por los títulos, pero eso no debe cegarnos a la hora de observar su crecimiento. Se siente líder, está comprometido, se le ve con ambición y está tirando del carro.