El Madrid es ahora Benzema y diez más

Desde el 31 de marzo, ningún jugador del Madrid ha marcado gol excepto Benzema, que en este mes lleva ocho, entre los cuales cuentan los tres frente al Athletic. Ocho goles seguidos, sin que intercalara alguno ningún compañero, no se había dando antes en el Madrid, donde esta rara marca la mantenían, con siete, Monjardín, Santillana y Morientes. Eso habla tanto del formidable momento de Benzema como del alicaimiento de los que le rodean, entre los que Zidane busca, como Diógenes con su faro a plena luz del sol, hombres El plan renove tiene víctimas anunciadas, la principal de las cuales es Bale, y un jugador fuera de toda sospecha, el renovado Benzema.

¡Qué cambio! Este jugador era un pasajero, desentendido de la ruta y los problemas del autobús. Se bajó el conductor, Cristiano, y asumió toda la responsabilidad. Ahora lleva el volante y hasta se baja con el destornillador si hay avería. Aquel jugador indolente, de exquisito manejo pero poca ambición, con aire de enchufado, que por menos de nada se presentaba con kilos de más (hasta dos veces confesó haber ‘purgado’ cinco kilos), es ahora un futbolista ambicioso, responsable, con un rostro que trasluce alegría en las buenas y decepción en las malas. La pega es que en las noches grandes del año no ha marcado. Pero su reacción es formidable.

En el otro extremo está Bale, que al marcharse Cristiano no fue a más, sino a menos. Salió mediada la segunda mitad, para escuchar pitos, fallar un gol y cazar un balón perdido que le valió a Benzema el tercero. Junto a él salió Isco, al que desgraciadamente se le está poniendo ya cara de cheque. Si va a venir Hazard, si Brahim pide su turno, Isco puede ser la víctima injusta de la temporada. También tiene cara de cheque Kroos, si es que viene Pogba y Zidane opta, como parece, por un 4-4-2 en el que Modric juegue más arropado. Eso dejó el partido por parte del Madrid. Por parte del Athletic, nada. Decepcionó de forma inesperada.