La Euroliga ha cubierto esta semana los dos primeros partidos de sus playoffs, con un escenario prometedor para el baloncesto español. Los emparejamientos de cuartos habían pintado un dibujo que permitía soñar con los tres equipos en la Final Four de Vitoria, que se alza más apetitosa aún por celebrarse en España. Lo que entonces se presentaba como un deseo al alcance, pero muy remoto, hoy se encuentra bastante más próximo. Ni era fácil en la previa, ni lo va a ser ahora, pero los resultados iniciales han decantado la balanza virtual del lado del Real Madrid, el Barcelona y el Baskonia. La puntilla de la jornada la pusieron este viernes los de Laso, que salen del WiZink Center con dos victorias (2-0) sobre el Panathinaikos y viajarán al infierno griego con un mullido colchón y con el comodín del quinto en casa.

El día antes, el Baskonia volvió de Moscú con una gesta en la maleta: el triunfo en el segundo partido frente al ogro CSKA. El mandoble recibido en el primer choque no auguraba nada bueno, en un duelo siempre con pronóstico ruso, pero el baloncesto moderno suele ofrecer siempre una nueva oportunidad. Y el equipo vasco la supo aprovechar. Los de Perasovic regresan así con el pulso igualado (1-1), han robado el factor cancha al coco moscovita y ahora dependen de sí mismos para resolver en el Buesa Arena. En un caso idéntico está el Barça, que también se llevó el segundo asalto tras haber cedido el primero (1-1) ante el Efes, y la próxima semana gozará de la opción de solucionar el cruce en el Palau, en un enfrentamiento que ya anunciaba igualdad y fuertes emociones. El triplete es posible... Y está más cerca.