Hamilton, Ferrari y los rivales apagados

Un genio, una leyenda, un talento y un olvido nunca olvidado. Hubiera sido otro título. Excesivo, quizá, arriesgado en todos caso viviendo en nuestra casa. No había mucha duda, Lewis Hamilton, si está despierto, es un piloto infinitamente mejor que este Valtteri Bottas de barba albina y en la primera curva se iba a largar a por la victoria como alma que lleva el diablo. Pensado y hecho. Y por detrás Ferrari. Y Verstappen. Y una sombra que se fue. Y los rivales apagados de un piloto que está llamado a debatir con Michael Schumacher como el mejor de la historia para la estadística, lejos de las sensaciones, la emoción y los sentimientos de cada uno, el territorio donde viven Clark, Senna, Fangio o Alonso. Por ejemplo. Y es que Hamilton, aunque queda mucho, mucho, tiene pinta ya de sexto título y con su Mercedes y sus ganas de vencer intactas quizá el séptimo, pero dejemos los posos del café, eso ya se verá. Lo cierto es que Hamilton logró su victoria número 75 en China en una carrera 1.000 que le importaba poco más allá del triunfo suyo de cada día y ha dejado a sus rivales de Ferrari a 31 y 32 puntos, respectivamente, Vettel y Leclerc.

Y mientras Hamilton va volando de plata sin necesidad de subirse a su avión púrpura colorado, en Ferrari el equipo rojo sigue sumido en una crisis de identidad entre lo que han pagado y lo que tienen en casa. Pasa en muchos sitios, vale más el que viene de fuera a pesar de que sus méritos a menudo hayan sido circunstanciales, que el becario que demuestra tener hechuras de estrella. Otra vez las órdenes de equipo favorecieron a Vettel y perjudicaron a Leclerc. El muchacho de Mónaco, heredero de la magia del bello Bianchi, demostró en Bahréin que puede competir y ganar al tetracampeón, pero no terminan de darle la confianza que exige. Y mientras Hamilton se escapa silbando. Por otra parte está Verstappen, piloto al que le pasan demasiadas cosas y todas le arrugan el ceño fruncido que la acompaña, enfado va, enfado viene, el caso es que de su primera victoria a su primer título va a pasar mucho tiempo y ahora un Red Bull que no es tanto, de momento, con un motor que sigue sin ser Mercedes o Ferrari. Y por ahí como una sombra, llamaron a Shanghai la carrera de las mil coronas, un Fernando Alonso que debería haber sido siempre el rival de Hamilton, pero... On/Off, se trata de eso en la vida.