LaLiga tiene dos zonas muy calientes

Solía decir Luis Aragonés que la Liga (ahora LaLiga) se resolvía en las diez últimas jornadas. “Hasta entonces todos vendemos humo”. Una expresión tremendista que sólo era verdad en parte. Estamos a nueve jornadas del final y todos damos por campeón al Barça y por clasificados para la Champions al Atlético y al Madrid. Pero hay otros espacios en juego, de extrema importancia para quienes los disputan, que sí dan la razón al viejo sabio de nuestro fútbol, el hombre que entre jugador y entrenador más partidos acumuló. Y que una vez conseguido eso elevó a la Selección a un Olimpo en el que luego la mantuvo Del Bosque cuatro años más.

Nueve jornadas quedan, seis equipos luchan por tres puestos europeos, o bien cuatro, si el Valencia gana la Europa League. Y otros seis huyen de los tres últimos puestos, que llevan al descenso. Así que aunque haya campeón, ese Barça del que Messi tira hacia delante una y otra vez, por mucho que le duela el pubis (¡qué no haría si no le doliera!) queda mucho rabo por desollar. Llama la atención cómo galopa desde atrás ese Valencia que empezó mal el curso, pero que ahora pretende hacer bueno aquel viejo dicho argentino “caballo que alcanza quiere ganar” y amenaza el cuarto puesto, en el que el Getafe se bate con la dignidad del pobre.

Por abajo, el que persigue con fe es el Huesca. Sufrió la novatada durante el primer tercio del campeonato, tardó en convencerse de que tiene nivel para jugar en Primera. Lo tiene, se vio en el Bernabéu. Lo tienen también los que le preceden, desde el Rayo hasta el Levante, pasando por ese Celta en el que Iago Aspas reapareció con el cornetín del Séptimo de Caballería. Hay muchos mundos, pero están en este, dijo alguien. Hay muchas ligas, pero están en esta. Conocido el campeón, y hasta los dos que le siguen, quedan emociones que atraviesan a casi todos, por no decir todos, los partidos que restan. Dispongámonos a vivirlas.