Hay cosas con el Lucho que no van a cambiar. Ser protagonista en el partido y estar hipotecado solo al mérito a la hora de dar la lista. Tras nueve meses en la Selección y con los 41 jugadores convocados, no deja dudas de que la meritocracia dará la posibilidad de enfundarte La Roja. El protagonismo de nuevo lo pudimos ver en el partido ante los noruegos. Posesión y la presión tras pérdida surgió efecto en muchos momentos, y solo la falta de contundencia no nos permitió vivir un partido plácido. Me gustaron recursos para encarar el 1-4-4-2 de los nórdicos. Busquets como comodín en la línea de tres promovía el protagonismo de dos de los más destacados, Jesús Navas (debería de haber vuelto antes) y Jordi Alba, ambos en modo linier encaraban el uno contra uno o liberaban a Ceballos y a un buen Asensio.

Victoria merecida y corta de un combinado nacional que todavía sigue en obras tras la llegada del Lucho. Tenemos que ser conscientes de que tras la quinta de la estrella mundialista no cabía transición dulce. Sustituir a uno de los tres mejores centros del campo de la historia te obliga a probar y rebuscar. Me tranquiliza ver al Lucho en esa faena. Por conocimientos, liderazgo y ambición no veo a alguien mejor para esa difícil búsqueda que el entrenador asturiano. De cara al futuro y en partidos de tronio, me molan la dupla Rodrigo y Busquets, dejando al culé de avanzado en la presión, guardándole las espaldas el rojiblanco. Y la vuelta del Isco del Mundial, el Isco dinámico entre líneas que monopolizaba el juego entre líneas teniendo continuidad en su juego. ¡Viva los andamios Lucho!

P. D. Para algunos, los penaltis de Ramos son arrogantes o irreverentes, para mí los penaltis de Ramos son alucinantes. Y no por los 12 de 12 que lleva marcados seguidos el camero, sino por la frialdad con la que Sergio juega al mentiroso con el portero de turno con tanto en juego.