Ahora mismo sólo hay cuatro grandes estrellas en el fútbol mundial. Hablo de Cristiano, de Messi, de Neymar y de Mbappé. Futbolistas cuyo impacto mediático está a la altura de su rendimiento en el terreno de juego. Y, en este poker de ases, mi compatriota del PSG es el más joven y el que más puede crecer y sorprender. Con sus 20 años el ya campeón del mundo representa lo que desea cualquier club que pretende construir un nuevo proyecto y hacer soñar a su afición. Realmente no conozco a ningún aficionado al fútbol que podría ponerle un pero al fichaje de Mbappé.

En el ranking de los deportistas franceses mejores pagados, el parisino ha dado un salto enorme y se sitúa en el segundo lugar. Pronto pasará de la medalla de bronce a la medalla de oro. Pero el dinero no lo es todo para el chaval. Tiene ambiciones de ganar Champions y Balón de Oro. Y no hay ninguna duda sobre la identidad del club que mejor y más rápido permite alcanzar estos deseos.