Después de triunfar en el cuatrienio mágico (de 2008 a 2012) ganando la Eurocopa 2008, el Mundial 2010 y la Eurocopa 2012, la Selección se ha pegado cuatro petardazos seguidos (Mundial 2014, Eurocopa 2016, Mundial 2018 y Liga de Naciones, porque mira que bien nos venía esa Final a Cuatro en junio de este torneo extraño que al final mola) y ahora, los que somos más de la Selección que de cualquier club, estamos de nuevo a verlas venir. Hoy comenzamos la fase de clasificación de la Eurocopa 2020 y lo hacemos sin tener equipo. Se supone que Luis Enrique intentará imponer un fútbol de posesión y de posición parecido al que nos hizo triunfar hace ya siete años, que de pronto son años. En lo que Luis Enrique encuentra el equipo estamos a un paso de volver a debatir sobre si lo nuestro es la Furia o el tiqui taca.

Para forjar el estilo, toda vez que el Barça de Valverde también ha dimitido del ADN de La Masía y ahora sólo es el ADN Messi, dependemos de los futbolistas que tenemos y nos encomendaremos al gran Sergio Ramos, que echa en falta a su lado a Piqué, de vacaciones estos días en Bahamas, de las que regresará para hacer un bolo con Cataluña en Montilivi ante Venezuela este lunes.

El bueno de Gerard, una vez deje organizado su torneo de tenis y sus temitas, debería volver a la Selección para la Eurocopa 2020, principalmente porque es el mejor central de España junto a Ramos. Soñamos con que Rodrigo y Morata evoquen a Villa y Torres. Y no vemos en el horizonte ningún Iniesta. Ni ningún Xavi. Ni ningún Silva. Ni ningún Luis Aragonés. Pero somos de "El España".