Sálvese quien pueda

El equipo de Chris Froome y Geraint Thomas se presentó el año pasado en la salida del Tour de Francia con la leyenda Sky Ocean Rescue en el frontal del maillot y con una ballena orca dibujada en la espalda. El mensaje animaba a la humanidad a cambiar de hábitos para evitar los vertidos de 8 millones de toneladas de plástico anuales en los mares. Sólo un año después irá al Tour bajo el nuevo patrocinio de INEOS, el gigante petroquímico de James Ratcliffe, el hombre más rico de Gran Bretaña, uno de los grandes productores de plástico no degradable. Un paradójico cambio con un enorme paralelismo con la Copa América de vela, donde INEOS aporta 120 millones para el Team UK del mítico regatista Ben Ainslie, otro luchador contra la contaminación del océano que tampoco ha dudado en agarrar el dinero.

Hace tres meses, cuando Sky anunció su marcha, lamenté en esta columna “la insoportable fragilidad de los equipos ciclistas, incapaces de sobrevivir por sí mismos”. Si el patrocinador se va, o buscas otro o cierras. Dave Brailsford no ha tardado en encontrar un sustituto, que además asumirá los 40 millones anuales, el doble de sus principales competidores. Los usuarios de las redes sociales, siempre rápidos de reflejos, han detectado la contradicción y hasta especulan con manifestaciones de activistas de Greenpeace, los mismos que han pedido la retirada del barco de la Copa América. El caso no es tan extraño en el pelotón, que tiene petroleras o estados de nula tradición democrática entre sus anunciantes. Porque al no poder depender de sí mismos, en lugar de salvar ballenas, suelen optar por un sálvese quien pueda.