Ana Peleteiro y el domingo de oro

Después de ganar un gran torneo júnior, el tío Toni le enseñó a Rafa Nadal el listado de los campeones anteriores: “¿Sabes quiénes son?”. Rafa apenas pudo reconocer algún nombre. A esas edades lo más díficil no es coronarse, sino mantener la progresión. Cuando Ana Peleteiro tenía 17 años se proclamó campeona del mundo júnior. Ya la veíamos en los grandes podios para siempre. Pero no fue así. Peleteiro se apagó, no encontraba su camino. Se le aparecían “los monstruos”, como viene a llamarlos ahora. Hasta que se puso a la órdenes del mítico Iván Pedroso. Entonces, su vida cambió. Ana lleva tres podios consecutivos en grandes citas: bronce en el Mundial indoor, bronce en el Europeo al aire libre y, por fin, su oro en el Europeo bajo techo de Glasgow. Con 23 años, Ana Peleteiro ha regresado arriba. Y se consolida.

Su oro tiene un enorme valor, porque lo ha logrado en una prueba de prestigio mundial, en ese triple salto donde deslubran Yulimar Rojas y Caterine Ibargüen. También porque ha venido acompañado de un récord de España que la sitúa muy alta en el escalafón. Y, además, porque abrió un domingo inolvidable para la Selección, con cinco medallas, tres de oro, que se unieron a la plata de Óscar Husillos. Todas las medallas llegaron con mensaje. Husillos, que cazó otra plata en el relevo, se desquitó del castigo de 2018. Álvaro de Arriba y Jesús Gómez rescatan el otrora glorioso mediofondo. Jorge Ureña es el nuevo Superman después de Antonio Peñalver, a la espera de la Supergirl María Vicente. Y, en general, porque el atletismo español ilusiona por su edad y, sobre todo, porque ya da lo mejor de sí en los grandes campeonatos.