El Espanyol sigue en la orilla

El ‘españolito’. El Espanyol pudo sentenciar el partido en una primera mitad de purpurina pero acabó el partido encerrado en su campo ante el acoso del Huesca. Así se resume el transcurso de un partido que debió resultar fronterizo, el despegue definitivo después de haber cortado la hemorragia de aquella mala racha que ya queda en el olvido. Pero, de nuevo, este Espanyol demostró seguir descosido, y los retales no le han hecho recuperar la brillantez de antaño. Como las Españas de Machado, la que muere y la que bosteza, se halla ahora mismo el equipo de Rubi, que no es capaz de soltar aún lastre ni de definirse, a mitad de camino entre la tierra y el mar, precioso en ocasiones, destartalado en otras.

Conexiones. Ni la conexión Darder-Borja, que funcionó en la primera mitad a las mil maravillas, ni el descaro de Wu Lei fueron suficientes para encontrar el gol. Este llegó en el segundo lanzamiento de Granero que halla la red esta temporada, después del conseguido ante el Valencia en la jornada 2. Un tanto histórico, ya que supuso la primera intervención del VAR en LaLiga. Sin noticias nuevamente de Ferreyra, ausente en el juego, sin espacios en el área, fue de nuevo el delantero chino la mejor noticia del ataque. Con Borja Iglesias muy marcado por Pulido (quien lo pulió bien), Wu Lei encontró profundidad por el costado izquierdo. Demostró nuevamente su velocidad y descaro, incluso su capacidad para armar la pierna en décimas de segundo. Horas antes de eso, la tienda blanquiazul estaba repleta de chinos comprando 'gadgets' pericos. Sigue la fiebre amarilla por el Balón de Oro del país asiático.

Triángulo. Poco le importó a la afición del Espanyol que el equipo llevaba un 64% de los puntos en el estadio, el récord de las diez temporadas de Cornellà. El 1-1 fue interpretado como un paso atrás, y los silbidos (tímidos) fueron la música que despidió al equipo. Mientras en los primeros 45 minutos el triángulo Melendo-Darder-Roca destrozó el 5-3-2 del Huesca, en la segunda estos jugadores acabaron eclipsados. Rubi volvió a contar con Pedrosa y jugó de nuevo Alfa, que no estuvo demasiado acertado. Los cambios tampoco lograron cambiar el sino del Espanyol, que se disipó como la gaseosa.

Los fichajes. Si hace una semana los jugadores le mandaron ánimos a Piatti por su lesión de larga duración, la Grada Canito le dedicó una pancarta a Sergio García: “Fuerza Sergio, estamos contigo”. Los problemas en ataque se volvieron a evidenciar en la tarde de ayer, pese a disponer de ocasiones suficientes para marcar más goles. Los rivales le han leído la matrícula a Borja, quien se somete a una batalla titánica en cada metro cuadrado del campo. El despegue del equipo se pospone una jornada más. Y los fichajes de invierno deben empezar a dar el rendimiento que se espera.